Historia de La Casita

Durante el año 1972 en el Barrio Las Flores se produjo un brote de TBC (tuberculosis) con altos índices de mortalidad infantil, quien lo detectó fue el secretario de Salud de la Municipalidad de Vicente López, el Doctor Antonio González. Inmediatamente el Doctor González se pone en contacto con el Párroco Leopoldo Pooli de la Parroquia Nuestra señora de la Guardia y le manifiesta su preocupación ante la situación. En 1972 el Padre Pooli decide abrir las puertas de un comedor infantil en la vivienda de la vecina Alicia Leitano.
 
Transcurridos los años setenta también se detectó un gran número de deserción escolar, es así que con ayuda de un grupo de Alemanes Protestantes se logra comprar la casa de Necochea y Santa Rosa, ideada para apoyo escolar a contra turno de las escuelas; nuevamente el Padre Pooli  con un grupo de feligreses pone en marcha este proyecto bajo las directivas de la señora Faberllotti.
La obra comienza a crecer y organizarse, en ese entonces las salas tenían nombre: Lucerito I y II para los más chiquitos, Belén y Santa maría para los más grandes.
 
A la Señora Faberllotti le siguió la señora Pura Fernández de Goya, quien apuntando al refuerzo escolar decide que se trabaje con el proyecto de Niños de Frontera; intensificando así el apoyo. Por aquellos años existía la organización Pan para el Mundo (los padrinos); que giraban fondos para mantener junto con los feligreses de la parroquia esta obra.
 
A Pura le sucede la señora Haydee Testany (Chuny) quien con un gran sentido de la austeridad y responsabilidad en la administración económica. Con el correr del tiempo, y la llegada como directora de la señora Jopsefina Biaggi de León, se retira la ayuda de la organización pan para el Mundo y se consigue que a través de la Gobernación de la provincia de Buenos Aires que se otorguen becas para los niños concurrentes. Como requisito para recibir esta ayuda era necesario el control y seguimiento en salud de los niños y niñas concurrentes, este trabajo ya se realizaba en la Casita: controles de salud, vacunación y odontología.
 
Otras coordinadoras fueron las Sra. Norma de Granillo y la Sra. Susana Gil.
 
La Casita no solo brindaba apoyo escolar, contaba con merienda balanceada y controles sanitarios. El centro apuntaba a la Atención Integral de los niños. Junto con el crecimiento de los servicios hubo que pensar en un espacio físico mayor, fue así que debido a la gran cantidad de niños asistentes, se logra comprar la vivienda lindera a La Casita.
 
Gracias a las donaciones de ropa, calzado, etc. de la comunidad parroquial se organizó una venta de ropa a valores muy módicos (llamada por los vecinos “La boutique”) que brinda una ayuda mas a los vecinos del barrio, y que es atendida por voluntarias.
 
En estos momentos también se incentiva el cepillado de dientes y lavado de manos como hábitos fundamentales en la rutina de los niños.
 
De esta forma van apareciendo instituciones dispuestas a brindar su colaboración, como el Hospital
Zonal de Agudos Manuel Belgrano y la UAP Ravazzoli.
 
De esta forma aparecen en la Casita grandes colaboradores como el Doctor Fabio Munich, quien fue el primer pediatra que se acercó a nuestro Centro a controlar a todos los niños, tarea que desempeñó con gran responsabilidad. Luego fue nombrado Secretario de Salud y dejó en su lugar al Doctor Roberto Maluf (Neonatólogo, Terapista, Pediatra) quien con gran afecto y seriedad continua con dichos controles desde hace ocho años ad honorem. También colaboran con la obra en la atención de medicamentos la Farmacia Kenny y para todos aquellos niños y niñas que necesitan anteojos contamos con la atención por excelencia de la Óptica Ferronato.
 
Debemos agradecer la permanente colaboración que siempre han brindado las familias del barrio y los jóvenes de la comunidad parroquial y del Colegio Ceferino Namuncurá.
 
Al Padre Pooli le sucede el Padre Carlos Avellaneda, luego el Padre Guillermo Caride y actualmente el Padre Agustín Espina. Los Obispos que acompañaron el proyecto fueron Jorge Casaretto y actualmente Monseñor Ojea.
 
El centro La casita festejó el día 6 de octubre sus 40 años; con la esperanza de seguir creciendo juntos por muchos años más.